La idea central de El amanecer de todo es que la especie humana ha estado experimentando con diversas formas de organización social desde sus orígenes. El Homo sapiens, tal como lo afirmó Aristóteles, es un animal político. A lo largo de los siglos, el ser humano ha debido escoger, negociar, imaginar y poner en práctica distintas formas de convivencia, lo que, a su vez, ha definido su ethos.
La prehistoria del ser humano moderno comenzó hace aproximadamente 200.000 años en diversas regiones del continente africano (no únicamente en la sabana). Los autores del libro, David Graeber (antropólogo, fallecido lamentablemente en septiembre de 2020, pocos meses antes de la publicación de la obra) y David Wengrow (arqueólogo), enfocan su análisis en los últimos 30.000 años.
Un generoso registro arqueológico respalda la tesis principal del libro. A lo largo de cientos de páginas, los autores examinan dicho registro y construyen, con maestría y coherencia, una narrativa que constituye un verdadero monumento a la agencia humana. La obra, rica en referencias, resúmenes de descubrimientos e investigaciones, se presenta al lector como un gabinete de curiosidades —con material en su mayoría desconocido para el público general— que maravilla e instruye al mismo tiempo. Los argumentos, sólidos y generalmente bien desarrollados, reaparecen de forma espiral en cada capítulo. Esto no es solo un recurso mnemotécnico, sino también un elemento estético deliberado, que deja en el lector una impresión más profunda de los patrones que se van revelando y de la magnitud de la narrativa.
A continuación, presento un resumen de las ideas principales de cada capítulo. Pero antes, una cita del libro donde se expresa la implicación y la importancia para el furo de la tesis central del libro:
Si es cierto que durante la mayor parte de su historia la humanidad experimentó con distintas formas de organización social, ¿por qué la inmensa mayoría de nosotros vivimos hoy bajo una forma tan específica —y a menudo opresiva— como lo es el Estado moderno?
Los autores nos invitan a reflexionar sobre esta y otras preguntas fundamentales. El libro, por lo tanto, además de esclarecer el pasado prehistórico, se proyecta hacia el futuro.
Capítulo 1
- Se exploran las ideas sobre el “estado natural” del ser humano surgidas en el siglo XVII, en obras como El Leviatán de Hobbes y El origen de la desigualdad de Rousseau.
- Hobbes describe la naturaleza humana como egoísta y violenta (“la guerra de todos contra todos”), mientras que Rousseau propone una visión más noble del ser humano, corrompido posteriormente por la propiedad privada.
- Desde la perspectiva de los autores, ambas concepciones son mitos políticos que perpetúan el derrotismo y justifican el statu quo.
- Se introduce la “crítica indígena” a la sociedad europea, documentada en fuentes del siglo XVII como:
- Las crónicas de los padres jesuitas franceses, que registran el aprecio indígena por la libertad individual.
- Las memorias del aristócrata empobrecido Lahontan, que recoge las ideas de Kondiaronk, líder Wendat que denuncia la desigualdad y la violencia europeas.
- Cartas de una peruana de Madame de Graffigny, cuyo personaje central, una heroína inca, cuestiona el patriarcado y las costumbres francesas.
- Estas obras circularon en los salones ilustrados de París e influyeron profundamente en pensadores como Rousseau y Voltaire, moldeando las ideas que inspiraron movimientos revolucionarios como la independencia estadounidense y la Revolución francesa.
- Se analiza la respuesta reaccionaria de figuras como Turgot, ministro de Luis XIV, quien desestimó la libertad indígena como señal de atraso y defendió la desigualdad como una consecuencia inevitable de la complejidad social.
- Se revisa:
- La influencia de Rousseau en la Orden de los Illuminati y su crítica a la propiedad privada.
- La teoría conspirativa de Gilbert Chinard, quien sostuvo que Rousseau y Lahontan eran anarquistas influidos por los jesuitas.
- Finalmente, se distingue que el libro no trata directamente sobre los orígenes de la desigualdad o la civilización, aunque toca ambos temas.
Cita destacada
“Si, como muchos sugieren, el futuro de nuestra especie depende ahora de nuestra capacidad de crear algo diferente (por ejemplo, un sistema en el que la riqueza no pueda transformarse libremente en poder, o en el que a algunas personas no se les diga que sus necesidades no son importantes, o que sus vidas no tienen valor intrínseco), entonces lo que en última instancia importa es cómo podemos redescubrir las libertades que nos hacen humanos en primer lugar.
Ya en 1936, el prehistoriador V. Gordon Childe escribió un libro titulado El hombre se hace a sí mismo. Más allá del lenguaje sexista, este es el espíritu que queremos invocar. Somos proyectos de autocreación colectiva. ¿Qué pasaría si abordáramos la historia humana de esa manera? ¿Qué pasaría si tratáramos a los seres humanos, desde el principio, como criaturas imaginativas, inteligentes y juguetonas que merecen ser entendidas como tales? ¿Qué pasaría si, en lugar de contar una historia sobre cómo nuestra especie se cayó de algún estado idílico de igualdad, nos preguntamos cómo llegamos a quedar atrapados en grilletes conceptuales tan estrechos que ya no podemos ni siquiera imaginar la posibilidad de reinventarnos?”
Capítulo 2
- Se profundiza en la crítica indígena y su influencia sobre el pensamiento ilustrado, a menudo ignorada por los historiadores.
- Los indígenas norteamericanos denunciaron la falta de libertad en las cortes europeas, señalando una diferencia fundamental en la concepción de la autonomía.
- Conceptos como “igualdad” y “desigualdad” emergen en el siglo XVII vinculados a los debates sobre derecho natural, alimentados por los descubrimientos en el Nuevo Mundo.
- Las crónicas jesuitas circularon entre las élites europeas, despertando interés en temas como la libertad sexual y la autonomía femenina.
- La Ilustración se presenta como una era de conversación y debate:
“La Ilustración tuvo sus raíces en la conversación; […] Apelar a la «razón» era ante todo un estilo de argumentación.”
- Los testimonios de los jesuitas y otros colonos destacan que en muchas sociedades indígenas nadie podía ser forzado a obedecer a otro.
- Aunque los misioneros no compartieron estos valores, muchos europeos sí comenzaron a comprender su importancia.
- La noción de superioridad europea empezó a tambalearse.
- Rousseau absorbió estas tensiones. Al combinar la crítica indígena con la doctrina del progreso, escribió el documento fundacional de la izquierda moderna.
- Sin embargo, también heredamos de él un mito perjudicial: el del “salvaje estúpido”, útil para legitimar el colonialismo.
- Se reafirma que las sociedades prehistóricas, al igual que las indígenas, tenían visiones diversas sobre lo valioso en la vida en común. No eran “igualitarias” en sentido uniforme, ni mucho menos primitivas.
Cita destacada
“Este no es, entonces, un libro sobre los orígenes de la desigualdad. Pero pretende responder muchas de las mismas preguntas de forma diferente. No hay duda de que algo ha ido terriblemente mal en el mundo. Un porcentaje muy pequeño de su población controla el destino de casi todos los demás, y lo hace de una manera cada vez más desastrosa. Para entender cómo surgió esta situación, debemos rastrear el problema hasta lo que primero hizo posible el surgimiento de reyes, sacerdotes, supervisores y jueces. Pero ya no podemos darnos el lujo de suponer que ya sabemos de antemano cuáles serán las respuestas precisas. Siguiendo la guía de críticos indígenas como Kandiaronk, debemos abordar la evidencia del pasado humano con nuevos ojos.”